La mayoría de las personas solemos tener dentro de la lista de propósitos de año nuevo mejorar nuestro estilo de vida para convertirnos en personas más saludables. Lo cual, pocas veces se logra al 100% o difícilmente mantenemos por el resto del año.

Aquí 5 sugerencias para que este año sea el bueno y experimentes la sensación de haber cumplido tus propósitos salud

ables.

1. Establece metas reales. Es común que idealicemos estilos de vida o incluso estereotipos de cuerpo que están lejos de

nuestra realidad. Esto te puede provocar que al pasar de las semanas te sientas frustrado por no ver los resultados que ingenuamente esperabas. En cambio si estableces metas reales y medibles, podrás ver tus avances y disfrutar de ellos. Ejemplo: cambia el “Quiero p

onerme en forma” por el “voy a fortalecer mis brazos”. Ponerte en forma es subjetivo, y no se define cuando ya lo lograste, en cambio fortalecer tus brazos te enfoca a la acción y puedes experimentar pequeños avances.

2. Haz pequeños cambios que marcan grandes diferencias. Se trata de mejorar hábitos, no de volver a nacer sin toda la lista de defectos que quieres quitar. Si te enfocas a mejorar un hábito por mes, al final del año habrás cambiado 12 hábitos y entonces será un hecho que tendrás un estilo de vida más saludable. Por ejemplo si todo el mes de enero te enfocas a hacer una caminata vespertina y en febrero te propones seguir con tu caminata y además aumentar tu consumo de agua natural y en marzo seguir con los anteriores y además dejar de consumir refrescos, etc. Así te enfocarás 30 días a un hábito y las probabilidades de que lo mantengas serán muchas.

3. Haz compras saludables y sin gastar más de la cuenta. Es común que en estas fechas promocionen infinidad de productos milagrosos que te prometen salud y belleza al instante. Generalmente productos a precios altísimos y de los cuales no verás resultados. Mejor in

vierte en tu salud adquiriendo alimentos y productos alimenticios de calidad, con una lista de compras elaborada y planeada anticipadamente.

4. Mantén tu refrigerador con comida sana. Y en general los alimentos que llevas a casa. Va de la mano con el punto anterior, si planeas, compras y mantienes tu despensa con alimentos adecuados, harás buenas elecciones cuando prepares tus comidas, cuando tengas apetito o ganas de comer algo entre comidas. Así puedes bajar tu preocupación por las cantidades y ocuparte de la calidad de tus alimentos.

5. Acércate a un profesional. Sobre todo cuando se trata de una condición de salud especifica. Por ejemplo diabetes u obesidad. Tener la intención y motivación es sólo el primer paso. Hay sugerencias generales que te van bien, pero nada mejor que seguir las indicciones clínicas que derivan de una evaluación individualizada.

NOTA IMPORTANTE: Considere consultar a un Dr. antes de hacer cambios en su dieta.